“Hay un peligro en Internet y en las
redes sociales. Y es pensar que con la información tenemos suficiente y que
cuanta más, mejor. No tenemos que pensar, sólo acumular más información (…). A
medida que nuestro ordenador y nuestros sistemas de comunicación aumentan su
capacidad, la gente puede creer que estar informados nos libra de tomar
decisiones por nosotros mismos, con lo que, en vez de estimular nuestra
creatividad, estamos potenciando nuestra pereza intelectual. Creemos que si
acaparamos cada vez más información, no necesitaremos ideas propias. Ya las
obtendremos de otras fuentes o de otra persona. Por tanto, ni siquiera
examinamos los datos nosotros mismos. Nos basta con repetir lo que han dicho
otros”. Edward de Bono.
En los últimos
años, la implantación de las redes sociales ha sido de tal calado que, hoy día,
a la mayoría nos cuesta imaginar cómo nos relacionaríamos sin WhatsApp,
Facebook o Twitter. Estas y otras herramientas digitales nos permiten estar en
contacto permanente con gran número de personas, pero también han multiplicado
las posibilidades de enfadarnos con un amigo, compañero o familiar, además de
precipitar un sinfín de separaciones.
En este artículo veremos los principales riesgos de las relaciones
en la red que gestionamos a través de nuestro ordenador o teléfono inteligente.
1 comentario :
Estoy de acuerdo con lo que se expone en esta noticia, ya que hoy en día casi todo el mundo esta sumergido en las redes sociales. De hecho, en la actualidad, la gente se relaciona más por las redes sociales que en persona. Y no se queda ahí, la mayoría de la gente prefiere utilizar "información ya existente" que pensar ellos mismos soluciones a sus problemas. Un ejemplo, es que con el aumento de la tecnología en los teléfonos móviles, automóviles, etc; cada vez las personas tendemos a pensar menos en como hacer las cosas, y esto, aunque supone una gran comodidad, no permite que desarrollemos nuestra inteligencia de la misma forma.
Desde mi punto de vista, creo que los jóvenes tenemos que intentar desarrollar nuestra inteligencia al máximo, y no fijarnos limites que nos hayan puesto otras personas.
Sergio Martín Míguez, alumno de Marketing TIC UAH.
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