Ya
sé que muchas empresas tratan de crear buen ambiente en el trabajo. Pero la lectura
de una entrada en un blog me sugiere hacer una recomendación a mis lectores. La
entrada (aquí, en inglés) la
escribe una abogada laboralista, y consiste en la sugerencia de tener un código de conducta para los empleados. No el típico código ético, en el que
aparecen unos cuantos deberes de la empresa (trato digno, no discriminar,
respeto a las minorías, conciliación trabajo-familia) y otros cuantos (a veces,
muchos) deberes de los empleados (evitar el conflicto de intereses, no aceptar
regalos que puedan suponer un soborno, no hacer negocios que puedan suponer
competencia a la empresa, no utilizar indebidamente los activos y recursos de
la empresa…).
Se refiere a un código de conducta para las
relaciones entre empleados, con temas como ser sincero y
honesto en el trato, evitar conductas ilegales o no éticas (se supone que los
empleados ya saben cuáles son), cumplir los compromisos y obligaciones, asumir
la responsabilidad de la conducta propia… Vamos, lo que debieron aprender en su casa, cuando eran pequeños, aunque,
por lo que parece, nadie se lo enseñó.